Estadio universitario de East Los Angeles 5 de diciembre de 2021
Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo, Guadalupanos todos,
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Que alegría estar juntos este año para nuestra celebración de Na. Sa. de Guadalupe. Hoy, de manera especial elevamos nuestras oraciones a Nuestra Señora por el fin de esta pandemia.
Pedimos especialmente por el eterno descanso de los que han fallecido y pedimos también por todos los que están enfermos y por los que los atienden.
Este año celebramos el 490º aniversario de la aparición de la Virgen a San Juan Diego en el Tepeyac. ¡Cuatrocientos noventa años de gracia!
Nuestra Señora de Guadalupe fue enviada por Dios para anunciar la evangelización, no sólo a México, sino a todo el continente americano. Todos los países de América están bajo su manto, bajo su amorosa protección y cuidado.
Today, we move forward in hope and in our mission! That is our theme for this year’s procession. And this is a historic year. In a couple of weeks we will celebrate 490th anniversary of the Virgin’s apparition to St. Juan Diego at Tepeyac. Four hundred and ninety years of grace!
En el Salmo responsorial de hoy, cantamos:
“Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor y estamos alegres”.
El Señor ha hecho maravillas, él nos ha dado el gran don de su Hijo, Jesucristo. Y lo ha hecho, gracias a la cooperación de la Santísima Virgen María.
Dentro del maravilloso plan de Dios, María fue concebida sin la mancha del pecado original, y fue conservada libre de pecado durante toda su vida. Dios la estaba preparando para ser la Madre de nuestro Salvador, la Madre de Dios.
Pero María tuvo que darle su sí a Dios. Cuando el Ángel vino a verla, ella tuvo que tomar una decisión sobre lo que iba a hacer con su vida.
María eligió a Dios, ella escogió dedicar toda su vida para entregarle a Jesús al mundo para que todos pudieran conocer el su amor.
In God’s great plan, Mary was conceived without the stain of original sin, and she was kept free from sin her whole life! God was preparing her to be the Mother of our Savior, the Mother of God!
Mary said yes to God. She chose to dedicate her whole life to bringing Jesus into the world, so that everyone could know his love.
En el Evangelio de hoy, se nos presenta a San Juan Bautista. Y vemos que la vida de San Juan tiene el mismo propósito que la vida de Nuestra Santísima Madre.
El Evangelio nos dice
“vino la palabra de Dios en el desierto sobre Juan”. Igual que cuando la Palabra de Dios vino a María, a través del ángel Gabriel.
Y así como lo hizo María Santísima, San Juan se consagró a esa Palabra de Dios. Dios lo llamó para que desempeñara un papel especial en la historia de la salvación.
Y San Juan renunció a todo lo que él estaba planeando, a todo lo que pensaba que quería para su vida. Él lo entregó todo con el fin de vivir para Jesús.
In the Gospel today, we are introduced to St. John the Baptist. And we see that John has the same purpose in his life as Our Blessed Mother had in her life.
God called John to play a part in the history of salvation. And John gave up whatever he was planning, whatever he was thinking that he wanted for his life. He gave everything up to live for Jesus!
Del mismo modo, Dios llama a cada persona. Él los llama a cada uno ustedes y me llama a mí. Y nosotros estamos llamados a tomar la misma decisión que la que tomaron la Santísima Virgen y San Juan Bautista.
Dios quiere que cada uno de nosotros desempeñe un papel especial en esta hermosa misión de traer a Jesús al mundo.
Como pudimos escuchar, Juan Bautista predicó la
“penitencia para el perdón de los pecados”. Él solo quería llevar a la gente a Jesús, para que “todos los hombres vean la salvación de Dios”.
Este es el sentido de este tiempo santo del Adviento. Jesús quiere nacer en nuestro mundo. Él quiere derribar todos los muros que las personas levantan alrededor de sus corazones para impedir que Dios entre en sus vidas.
Cada año, este tiempo de Adviento nos invita seguir siempre adelante; a seguir esforzándonos más por ser mejores, a tratar de que imitar a Jesús cada día de nuestras vidas.
San Pablo habla de esto en la segunda lectura. Él hace una hermosa oración por nosotros. Dice:
“Ésta es mi oración por ustedes: Que su amor siga creciendo más y más y se traduzca en un mayor conocimiento y sensibilidad espiritual. Así podrán escoger siempre lo mejor y llegarán limpios e irreprochables al día de la venida de Cristo”.
Queridos hermanos y hermanas, tenemos que crecer cada vez más en nuestro amor a Jesús, en lo que Dios quiere para nuestras vidas y en nuestro deseo de hacer su voluntad.
Pidamos que siempre seamos conscientes de que formamos parte de algo maravilloso, del plan de Dios para cada persona y para el mundo entero.
Jesús nos está llamando a seguirlo, así como lo siguió la Virgen María, tal como lo siguió San Juan Bautista. Y Jesús quiere que hagan en su vida lo mismo que ellos hicieron en la de ellos.
We need to increase more and more in our love for Jesus, in our understanding of what God wants in our lives, in our desire to do his will.
My brothers and sisters, we are a part of something so big, so beautiful. We are the children that God is gathering by the Word of his Holy One. This is what it means to belong to his Church.
Así que, queridos hermanos y hermanas, vivamos para Jesús. Y cada día de nuestra vida, busquemos oportunidades de llevar a Jesús a los demás, en nuestros hogares, en el trabajo, en las cosas pequeñas de nuestra vida diaria.
¡Queridos guadalupanos, vivamos para Jesús, vivamos para llevar a Jesús a los demás! Tal como lo hizo Nuestra Santísima Madre.
A Maria Santísima de Guadalupe le pedimos hoy que nos ayude a desempeñar nuestro papel en esta hermosa misión de salvación: viviendo
‘siempre adelante y unidos en misión y esperanza’
¡Que Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva San Juan Diego! ¡Que viva San Junípero Serra! ¡Que viva Cristo Rey! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe!
1. Lecturas (Segundo Domingo de Adviento): Bar 5,1–9; Sal 126, 1–6; Fil 1, 4–6, 8–11; Lc 3, 1–6.